Mis Gatos, Charles Bukowski

Mis gatos

• Charles Bukowski-
  «Lo sé, lo sé
  son limitados,
  tienen diferentes necesidades y preocupaciones,
  pero los observo y aprendo.
  Me gusta lo poco que saben, y es tanto.
  Se quejan pero nunca se preocupan,
  andan con sorprendente dignidad.
  Duermen con una sencillez directa que
  los humanos no pueden entender.
  Sus ojos son más bonitos que los nuestros
  y pueden dormir 20horas al día
  sin dudas ni remordimientos.
  Cuando me siento mal me basta con mirar a mis gatos y mi valor regresa.
  Estudio a estas criaturas.
  Son mis maestros.»

Agathe Singer

Livia Falcaru

Livia Falcaru

Livia Falcaru

Disparo. Palabras de sirenas: poemas para náufragos

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Katie Young

DISPARO

El tiempo se rompe como un vaso.
Puedo juntarlo con las manos y admirar
el mundo en sus cristales rotos.
O juntar las manos como quien reza.
No juntar más que mis manos.
Apuntar con los dedos a mi pecho
disparando sin darme muerte.
Tan sólo acomodarlas allí
como a dos palomas débiles y frías
después de una vida de lluvia.

NATALIA LITVINOVA
Imagen: Katie Young

Braguetas, Luis Scafati

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BRAGUETAS
En este mundo machista muchos piensan con la bragueta/también muchas, piensan con la bragueta/clérigos y cardenales piensan con la bragueta/diarios y revistas piensan con la bragueta/ los conductores de televisión piensan con la bragueta/algunas señoras del movimiento de liberación femenina piensan con la bragueta/ aunque lo disimulen, la bragueta sigue siendo para muchos un generador de ideas.

Sapo, Luis Scafati

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SAPO
¿Cuantas veces te sentiste un sapo de otro pozo?
No encajabas en ningún lugar, y siempre ibas a contramano. Te pusiste el disfraz de la manada para no discordar (no funciona) adentro hay algo que no te deja tranquilo.
¿Cuánto nos lleva aceptarnos? Tal vez, era eso tan simple lo que nos costó tanto aprender. Algunos jamás se enteran quienes son, pero eso mejor lo dejamos para otro día.

Green Angel di Anna Keiller.

Sara Facio – Fotografías

¿Y si de pronto llueve, como a veces sucede?
¿Y si pasa noviembre sin tus ojos? Si cae
el corazón al pozo de sus crueles honduras
y duele, nuevamente, en lo propio la sangre?
Puede pasar. Hay veces que nos ronda el presagio
y que uno, mansamente, entra a las tempestades
sólo porque ha sembrado de vientos la memoria
y, denodadamente, junta furia en las manos.

En días como éstos suelo esperar la lluvia,
un olvido, esas muertes, cierta ausencia incesante
y aunque no advierta signos en las hojas del día
entro, como un guerrero, al país de la tarde.

Suele pasar. Hay días que duele interrogarse.

Armando Tejada Gómez